Dos adolescentes en la Calle Tiwanacu de la Ceja de El Alto. |
Un día normal como todas y en esas mañanas como a las cinco, seis y siete te das cuenta al caminar por las calles de la Ceja de la ciudad de El Alto, que es normal notar ese olor a orín, también es normal ver personas votadas después de beber durante toda la noche por supuesto después de haber sido manoseado o en algunos casos golpeados con dos o tres ladrones
Dos adolescentes en la Calle Tiwanacu de la Ceja de El Alto. |
Una mujer adolescente acompañado de un niño (posiblemente sea su hijo) |
Sin embargo más tarde a eso de las nueve si abrimos bien los ojos te das cuenta que en la calle Tiwanacu a unos pasos del Reloj hay muchos niños adolecentes, que van trabajando como lustra botas, otros como anunciadores parados en la puerta del minibús corriendo muchos peligros, otros vendiendo chicles en los micros y algunos casos yendo a la humilde escuelita.
Pero otros no corrieron por lo menos con esa suerte ya son las 11 de la mañana a cada minuto aparece uno por uno, unos cuantos niños y niñas de un aproximado de 8 a 10 años, acompañados de algunas y algunos adolecentes de unos 12 a 14 años.
Conformados por un grupo de unos diez compañeros, van caminando por la calle Tiwanacu donde se venden jugos de plátano o vitamínico, se acercan donde venden lentes cerca a las barandas a mano derecha hay varios juegos, conocidos como “tilines” al lado hay baños disfrazados de varios alojamientos ahí estos niños y adolescentes descansan por el sol radiante del medio día.
A eso de las una o dos de la tarde ellos se encuentran votados por supuesto durmiendo, algunos agarrando sus manos cerca a la nariz como si estuvieran inhalando un tóxico, acompañados por uno o dos perros de color negro y naranjado que también están echándose una siestecita, pero los varones adolecentes van peleándose por algo y se van amenazando por cuestiones que nadie lo nota: “te voy a matar”, “a cagado”, entre otros son las palabras que utilizan.
A todo esto las chicas adolescentes empiezan a la levantarse después de ese largo sueño desde luego van en busca de sus amigos para tranquilizarlos con unas cuantas palabras para que no se hagan daño, así pasa la conocida “sajra” hora (la hora del diablo).
Se acerca poco a poco el atardecer el sol ya no brilla mucho por la sombra de las casas de los alojamientos en eso empiezan a aparecer dos hombres de unos 25 a 35 años de edad, se acercan donde algunos adolescentes en media calle camuflados por la trancadera que usan las movilidades, van dotándoles una especie de golosinas envueltos con papelitos luego de eso se van muy rápido.
Desde ese momento cambia el escenario como a las cinco las chicas y las niñas van cruzando la calle en algunos casos se paran cerca a los alojamientos donde los tilines ya que por ahí transita muchos hombres.
De acuerdo a fuentes reservadas se comenta que a partir de las cinco a nueve de la noche estas adolecentes y niñas se prostituyen con personas mayores por droga o simplemente buscan un lugar para pasar la noche, un dato que no podemos dejar pasar es que con protección cuesta 40 bs y sin protección 20 el lugar donde se comete estos hechos posiblemente sea en el “alojamiento o bar Cementerio de los Elefantes” o en hoteles clandestinos cercanos.
Esto no termina ahí como a las siete ocho de la noche se puede observar a estos adolescentes cargados de sus hijos bebes de un año y niños de cinco a años de edad.
Por: Ricardo Eloy Salgado Quispe
@ricardoeschaski